COMUNA en el simposio “Conectados al Sur”

Comunicadores de la Argentina reclamó que los periodistas y los medios de difusión actúen con responsabilidad frente a los textos e imágenes publicadas por niñas, niños y adolescentes en las redes sociales, tomando en cuenta que están en vigencia plena las normas que protegen la privacidad, la intimidad y la preservación de la identidad.

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, UNICEF Argentina y el Berkman Center for Internet and Society at Harvard University realizaron el Primer Simposio Regional sobre la Ciudadanía Digital de Niños, Niñas y Adolescentes “Conectados al Sur”, el martes 9 y miércoles 10 de diciembre en el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, en el Espacio para la Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA).

Participaron autoridades de gobierno, académicos, representantes de organizaciones y de ONG, activistas de los derechos de la niñez y emprendedores de la tecnología de Argentina y otros países.

El Simposio incluyó, entre otras actividades, una exposición del filósofo Darío Sztajnsrajber bajo el título “El vínculo de jóvenes con la tecnología”.

El presidente de COMUNA, Hugo Muleiro, compartió un panel con Guillherme Canela, de UNESCO; Javier Mateos, del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile; y Cielo Salviolo, quien fue directora del canal Paka Paka e integra LatinLab, un laboratorio que propone y estimula la producción de televisión para niñas y niños en América Latina.

“Los medios de comunicación tradicionales y los nuevos medios de comunicación: su vínculo con los niños, niñas y adolescentes” fue el tema convocante de este panel, durante el cual Muleiro informó que COMUNA aboga para que los periodistas y medios realicen su tarea bajo la óptica de la responsabilidad social, es decir asumiendo que cada acto de comunicación periodística tiene consecuencias sociales, algunas tangibles e inmediatas, otras menos perceptibles y con efectos en el tiempo.

Mencionó el conjunto de normas vigentes, comenzando por la Convención sobre los Derechos del Niño, la Ley 26.061, de Protección Integral de niñez y adolescencia, y la Ley 26.522, de Servicios de Comunicación Audiovisual. En esa normativa, agregó, el derecho a la privacidad y a la protección de la intimidad está definido con nitidez, lo que pone en el campo de la violación a las leyes utilizar en los medios masivos información y fotografías que chicas y chicos publican en las redes. Esto es especialmente grave, sostuvo, cuando se trata de personas involucradas en situaciones conflictivas o delitos, como es el caso de utilización sin pedir permiso de fotografías tomadas de los perfiles personales en las redes, como ocurrió reiteradamente con adolescentes asesinadas en el ámbito metropolitano de Buenos Aires.

Agregó que el reclamo de respeto a los derechos a las personas no puede ser esgrimido como un supuesto de restricción a la libertad de informar y opinar, ya que en las normas no hay previsión alguna que las afecte sino requerimientos para que en su ejercicio no se violen otros derechos y en especial los referidos a niñas, niños y adolescentes.

Muleiro sostuvo que el respeto a los derechos de las personas puede convivir perfectamente con otro requerimiento previsto en la Convención y demás normas, que es el de que los medios den espacio y visibilidad a chicas y chicos. Dijo que numerosos estudios vienen demostrando desde hace varios años que la niñez y la adolescencia no son integradas a las agendas informativas salvo cuando se resuelve mostrarlas en conflicto con la ley, violando supuestamente normas o asumiendo conductas peligrosas para sí y para la sociedad.

Es decir, continuó, que el perfil de chicas y chicos que surge de los medios convencionales es el de personas peligrosas, conflictivas, problemáticas. Es en suma un estigma, para cuya construcción los medios desconocen y silencian expresamente los aportes diarios que la niñez y la adolescencia realizan cada día, aportando a la riqueza social y cultural del país con múltiples actividades.